En Panamá hay una provincia llamada Bocas de Toro, la cual tiene la particularidad de reunir dos condiciones que la hacen un destino interesante para vacacionar. La primera es su gran paisaje, nutrido de playas paradisiacas y en especial sus aguas, las cuales son extremadamente transparentes. Tal es así que pueden verse los corales que distinguen las costas de esta zona panameña.
La otra condición por la cual resalta Bocas de Toro es su participación histórica como el punto donde Colón arribó al Nuevo Mundo en su cuarto viaje.
Es notable la heterogeneidad cultural que convive en Bocas de Toro. Por un lado están aquellos con ascendencia indígena y española, quienes tienen su asentamiento desde hace siglos, pero últimamente pueden verse estadounidenses, alemanes, franceses e ingleses ocupando el lugar.
Lo que realmente llama la atención en Bocas de Toro es el sitio al cual se lo ha bautizado con el nombre de Bocas de Dragón. Este lugar esta fuertemente ligado al desembarco de Colón en estas costas, pues fue precisamente por donde llegaron las carabelas españolas.
Bocas de Dragón se encuentra en la Isla Colón y es ideal para actividades como el buceo, gracias a los arrecifes que proliferan en la zona, y el snorkel. Muy característico son las estrellas de mar las cuales son dignas de fotografiar. Y como es un sitio turístico por excelencia hay algunas cosas que no pueden faltar.
Los hoteles y los restaurantes están disponibles para suplir las necesidades de hospedaje y de alimentación con calidad y comodidad. Allí se puede comer la mejor cocina panameña, que como su ubicación lo indica, se especializa en mariscos y pescados. Los lugareños han aprovechado el flujo turístico y crearon una feria donde venden productos artesanales identificados con Panamá.
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